Reacciones adversas a las vacunasLas reacciones adversas a la vacunación han sido reconocidas desde hace años, fueron vistas comúnmente en los seres humanos, en la prevención contra el polio y viruela principalmente. Estas mismas reacciones también se presentan en los canes.
Cabe mencionar que los perros adultos jóvenes, de raza pequeña, que reciben varias vacunas al mismo tiempo, son quienes presentan el mayor riesgo de tener una reacción negativa.
Los efectos adversos a las vacunas varían dependiendo del tipo de vacuna, la fecha, lote de elaboración y raza del perro. Una de las reacciones más graves que causa esta medida de salud preventiva es la llamada anafilaxia.
La anafilaxia es potencialmente mortal; es la reacción alérgica inmediata a algo ingerido o inyectado. Si no se trata a tiempo, provoca estado de shock, insuficiencia respiratoria, cardiaca y la muerte. Una reacción anafiláctica puede presentarse minutos después de haber aplicado la vacuna o en un par de horas (menos de 24). Diversos estudios estiman que aproximadamente, de 15 mil perros vacunados, se puede llegar a presentar un caso de anafilaxia.
Los síntomas más comunes de la anafilaxia son: diarrea, vómitos, shock, convulsiones, coma, los cuales podrían desencadenar la muerte. Las encías de los perros se tornan pálidas y las extremidades se sentirán frías. La frecuencia cardiaca se vuelve rápida y el pulso se volverá débil.
La anafilaxia es una emergencia extrema, por lo que la atención médica urgente resulta necesaria.
Las reacciones anafilácticas son más comunes cuando se aplican vacunas inactivadas, tales como rabia, coronavirus canino y leptospirosis.
Otras de las reacciones comunes a las vacunas son las neurológicas y enfermedades de los ojos. La vacuna contra el Distemper Canino es la causa más frecuente de enfermedad neurológica y puede causar inflamación del cerebro. La enfermedad cerebelosa se ha reportado en cachorros menores de 5 semanas que fueron vacunados con una vacuna viva modificada.
La vacunación contra el Adenovirus-1 canino es conocida por causar una uveítis alérgica (inflamación del ojo), a menudo llamado ojo azul. La mayoría de las vacunas contienen ahora adenovirus canino-2 en lugar de adenovirus-1, con esto se elimina la posibilidad de que se presente el problema.
El enrojecimiento y la hinchazón en el sitio de la inyección son muy comunes. Estos efectos generalmente ocurren en un lapso de 30 minutos a una semana después de la vacunación.
En ocasiones, se pueden formar abscesos en el sitio del piquete. Estos abscesos, por lo general, no son causados porque el perro tenga alguna infección, sino por el propio cuerpo del animal como una reacción natural a la vacuna.
La fiebre, disminución del apetito y la depresión pueden observarse durante 1 o 2 días después de la vacunación.
En el caso de las vacunas intranasales, se pueden presentar enfermedades graves cuando no se han inyectado correctamente. Las reacciones graves también pueden ocurrir cuando entran accidentalmente en ojos, nariz o boca del can.
Los perros que son vacunados por vía intranasal contra la Bordetella o Parainfluenza
pueden desarrollar una tos leve, que generalmente no requiere tratamiento.
La vacunación de las hembras embarazadas con una dosis viva modificada puede causar defectos de nacimiento o abortos. Se recomienda que nunca se administren vacunas vivas modificadas a animales preñados.
Como en todo procedimiento médico, siempre existen riesgos de reacciones adversas o efectos secundarios. Estos riesgos deben ser comparados con los beneficios del procedimiento, ya que muchas de las enfermedades a las que hacen frente las vacunas pueden ser graves e incluso letales.
En casi todos los casos, los riesgos asociados con la vacunación son muy pequeños en comparación con el riesgo de desarrollar la enfermedad. Conforme existan nuevas vacunas y métodos de administración, los riesgos adversos de la vacunación se irán reduciendo poco a poco.