Los perros que tienen miedo a los truenos
El miedo a los truenos es una fobia común en los perros. Normalmente se manifiesta porque el perro se esconde, gime, ladra, rasca o incluso se orina. Nadie sabe a ciencia cierta por qué a los perros les asustan los truenos. En todo caso, parece más común en unas razas que en otras.
La ansiedad provocada por los truenos es difícil de tratar pero es importante intentarlo porque suele hacerse progresivamente más pronunciada con la edad. Un perro que tiene miedo a los truenos de las tormentas puede empezar a mostrar ansiedad mucho antes de que empiece a tronar. La lluvia que cae sobre el tejado de la casa, los destellos de luz intensos o incluso la caída de presión atmosférica pueden desencadenar una reacción de ansiedad. El miedo a los fuegos artificiales también es común en los perros que tienen miedo a los truenos.
No lo castigues ni lo acaricies demasiado
Al tratar esta fobia es importante no castigar a tu perro por estar ansioso ni acariciarlo demasiado porque esto puede exacerbar el problema. Castigar al perro sólo hará que tenga más miedo y ansiedad ya que asociará el trueno no sólo con el miedo sino también con el castigo.
Tampoco es recomendable que le acaricies o le intentes tranquilizar en exceso, ya que esto enseñaría a tu perro que su conducta ansiosa resulta apropiada y agradable para ti.
Sano y salvo
Una de las primeras cosas a hacer cuando un perro que tiene miedo a los truenos es proporcionarle un lugar seguro donde pueda ir durante la tormenta. Las jaulas para perros (utilizadas para transportarlos), debajo de una cama o una silla son los escondites más comunes. Los perros escogen estos lugares porque les permiten sentirse protegidos y el ruido que les asusta se amortigua. Si tu perro todavía no ha escogido un lugarpor sí solo, proporciónale uno. Puedes dejar encima algunas golosinas para animarlo a ir allí durante la tormenta.
Proporcionar a tu perro un lugar seguro para esconderse durante las tormentas ayuda a paliar algunos signos de ansiedad, pero no llega a solucionar la causa principal del problema. Esta es una tarea más complicada y probablemente necesites que tu veterinario o un especialista en comportamiento canino te ayuden. La clave está en desensibilizar a tu perro al sonido de los truenos o a otros estímulos asociados con ellos. Cuanto antes empieces el tratamiento, más rápido verás resultados positivos.
La familiaridad produce confianza
La desensibilización debe ser un proceso gradual. Básicamente, lo que se pretende es que tu perro se acostumbre al sonido de los truenos y los vea como algo normal. Normalmente esto se consigue reproduciendo el sonido del trueno grabado a bajo volumen y a intervalos cortos.
El sonido del trueno debe oírse de forma irregular para imitar a los truenos de verdad. Mientras estés haciéndolo, observa la conducta de tu perro. Intenta distraerlo mientras se oye el ruido jugando a traer cosas o haciéndolo participar en alguna actividad interesante. Si tu perro está demasiado asustado para participar, tendrás que reducir la intensidad del estímulo del trueno y volver a probar más tarde.
Este proceso puede ser largo y requerir mucha paciencia, pero al final tu perro estará mucho más cómodo durante las tormentas.