Perros timidos: Como devolverle la confianza
La falta de contacto con los humanos o con los de su misma especie, desarrolla una personalidad tímida en los perros, así como alguna agresión física o verbal en su pasado, lo bueno es que no es un comportamiento irreversible, con un poco de ayuda, tu mascota podrá salir de su conducta miedosa.
Otra razón por la que tu perro sea tímido es que al nacer estuvo rodeado por sus hermanos de personalidad más dominante, creándole mayor temor, otra de las razones es por herencia (de raza).
Existen perros tímidos –agresivos, los cuáles en vez de esconderse ante situaciones amenazadoras, reaccionan de forma agresiva. La mayoría con esta personalidad es debido a la genética de sus padres, un motivo más para escoger con quién vamos a cruzar a nuestras mascotas ya que la personalidad de los perros puede ser adquirida.
Acercarse a un perro tímido es tarea difícil, y mucho más ponerle una correa, así que prémielo en cuanto logre hacerlo.
Sáquelo a correr o caminar varias veces por semana, así conocerá su entorno, verá gente diferente, podrás jugar con él en el camino. El miedo causa estrés, una buena forma de deshacerse del estrés es ejercitándose, otra buena forma de calmar el estrés es que juegue con otros perros, intenta que socialice y juegue con alguno de su misma especie, una buena terapia para el perro tímido es jugar hasta quedar agotados y crear vínculos con otros perros.
Juega con él a perseguirse, pero que sea el perro el que te persigue, no vaya a ser que se asuste más y se sienta amenazado si es él el perseguido, puedes intentarlo con comida o poniéndote en la misma posición de él.
Cuándo esté pasando por un episodio nervioso, no es saludable abrazarlo y decirle que todo va a estar bien, ya que el sentir el cariño en estos momentos promoverá el que lo vuelva a hacer y pensará que sentir miedo está bien ya que recibe cariños después de eso.
Intente acariciarlo en el pecho o el cuello, para los perros tímidos es una amenaza tocarlos en la cabeza o por detrás de las orejas. Normalmente un perro con esta personalidad mantiene las orejas hacia atrás y una mirada evasiva.
Físicamente podemos darnos cuenta de que el perro cuenta con esta personalidad, ya que también andan con el rabo bajo, la columna encorvada, pero no sólo sufren trastornos físicos, su cuerpo reacciona ante el miedo con taquicardias, temblores, se les eriza el pelo, jadeos, salivan más de lo normal y tienden a orinarse o defecar, entre otras reacciones. Estas exigencias constantes del cuerpo crean estrés, ocasionando otros tipos de problemas.
Así que salga con su perro, llévelo con usted cada vez que pueda, intente que socialice con otras personas, haciendo que esas personas lo premien cuando se les deje acercar (preferiblemente amigos), pero recuerde, todos necesitamos nuestro espacio, si lo presionamos mucho o muy rápido, se encerrará más en sí mismo, y será más difícil sacarlo de ahí.