Nuestra mascota: Cuidados necesarios y educación

Nuestra  mascota: Cuidados necesarios y educación


He aquí los cuidados fundamentales que ningún dueño de perro debe evadir, simplificados de la mejor manera posible para que tengas objetivos tangibles y realistas y mantengas a tu perro contento.

1. Nutrición




Ningún animal prescinde de ella. La comida nutre y da energía y es una fuente necesaria para su salud, aspecto físico y satisfacción. Aunque puedes abstenerte de comprar juguetes caros, camas y otros artículos que no son del todo necesarios, la comida de tu perro debe ser nutritiva y de buena calidad, con suficiente proteína para vigorizar a tu can. Invierte en comida y fíjate si tu perro se muestra con energía y con el pelo brillante y suave.


  ¿Cuántos veces y a qué hora?
Con que el perro coma dos veces al día está bien: la primera en la mañana y la segunda en la tarde o en la noche. No le dejes la comida afuera todo el día para que coma cuando quiera. Cada comida debe tener un horario específico. Esto es importante para que tu perro haga sus necesidades fisiológicas en ciertos horarios. Si cuando le colocas el recipiente de comida en el piso tu perro no se pone a comer, guarda la comida y sácala de nuevo en 10 minutos para que coma sin intervalos. Dale agua con cada comida solamente y una vez adicional si lo crees necesario.

  2. Acicalamiento










Baño, corte de pelo, recorte de uñas, cuidado de los oídos y limpieza de la cara son sólo algunos de los cuidados que necesitará tu perro. Lo fundamental es que el perro se sienta a gusto con las personas y tolere que lo toquen, que esté tranquilo y permita que le hagan estas cosas. Dependiendo de la raza del perro, necesitará ciertos cuidados más o menos a menudo que otros perros. Por ejemplo, un perro de pelo en constante crecimiento, como el Shih Tzu o el Caniche,  requiere de recortes frecuentemente, mientras que un Staffordshire o un boxer no...un Yorkshire necesitará arreglo de sus orejitas que deben ser rapadas y recortar los pelos de sus patitas entre los dedos y despejar las almohadillas.

Una rutina higiénica y de acicalamiento no sólo mantendrá a tu perro limpio y saludable; es una de las tantas maneras para que fortalezcas el lazo que te une a él. Acostúmbrate a acariciar a tu perro para que él se habitúe a que lo toques y no ponga obstáculos cuando lo tengan que arreglar, ya seas tu, un peluquero profesional o el veterinario. Nunca lo anuncies si vas a hacerle algo a tu perro que no le guste, como bañarlo o cortarle las uñas. Solamente alcanzarás que te huya. Tómalo en tus brazos y haz lo que tengas que hacer sin dar explicaciones.

  Cepillado
El pelo de tu perro está en constante evolución. Peinarlo puede ser un proceso muy relajante para tu can y hasta terapéutico para ti. Ayuda a limpiarlo, desenredar su pelo, oxigenar su piel y a evitar exceso de pelo suelto, especialmente si está en muda. Peinarlo además te permitirá averiguar si tu perro tiene pulgas, garrapatas o cualquier picazón. Un perro de pelo largo o mediano necesitará que lo peines diariamente. Uno de pelo corto lo necesitará con menos frecuencia, pero si quieres tener un casa más limpia y con menos pelos rondando, lo mejor es que lo peines diariamente. Por lo general un cepillo de goma es ideal para perros de pelo corto y uno con cerdas blandas para perros de pelo largo.
  Corte
Si a tu perro le crece el pelo constantemente, necesitará un corte mensual. Esto se lo puedes dejar a un peluquero canino, especialmente si le quieres cambiar el look a tu perro. Los demás perros no necesitan más que un recorte de vez en cuando. Si te interesa aprender a cortarle el pelo a tu perro, habla con el peluquero canino para que te dé algunos consejos.
  Cara
Un perro debe tener un rostro limpio siempre. Para eso, utiliza una toalla húmeda y asegúrate de eliminar las legañas matutinas. Los perros de pelaje blanco necesitan atención especial alrededor de los ojos. Si tu perro tiene un rostro peludo, un cepillo pequeño para la cara te ayudará a mantener su pelo en orden. Algunos perros necesitan un corte especial alrededor de los ojos o moños como en el caso de los yorkies para que el pelo no les obstruya la vista.


3. Ayuda profesional



                        
No lo puedes hacer todo tú solo y aunque siempre es bueno que seas receptivo a las recomendaciones de familiares y amigos, nadie te puede ayudar como lo haría un profesional. La ayuda profesional sobre todo se enfoca en los veterinarios y en los entrenadores caninos. Sólo tu veterinario te podrá aconsejar sobre lo mejor para la salud de tu perro y será tu aliado para tomar decisiones sobre su bienestar. Cuando se trate de vacunas, esterilización y enfermedades, tu veterinario podrá ayudarte.

Problemas de salud
La vacunación de tu perro es sumamente importante. Enfermedades como la rabia, que ha sido erradicada en España, pero no en los Estados Unidos, pueden ser fatales para un perro y para personas también. Sigue las instrucciones del veterinario y actúa enseguida si notas:

• fiebre
• golpes de calor
• pulgas y garrapatas
• cansancio excesivo



Los entrenadores profesionales que llevan años adiestrando perros te orientarán sobre formas para modificar el comportamiento de tu perro y serán una buena fuente de información sobre todo lo canino.

Problemas de comportamiento
El instinto de supervivencia de un perro hace que oculte el dolor fácilmente, pero ciertos problemas, como miedo, serán palpables. Si una persona se acerca a tu perro y él se echa hacia atrás o se esconde entre tus piernas, es obvio que se siente inquieto. Si este es el comportamiento que exhibe con todos los extraños, se puede concluir que es tímido o que siente miedo hacia las personas. Ese es un problema que requiere de ayuda. Algunos problemas que requieren atención inmediata son:

• agresividad
• miedo o timidez
• ansiedad


  Consulta el veterinario
Habla con el veterinario sobre cualquier problema de salud o comportamiento. Tal vez no sea necesario que lleves a tu perro si tira de la correa de vez en cuando, pero si te mordió definitivamente debes ir. Con problemas de agresividad, es importante averiguar si el perro puede tener alguna enfermedad. Una vez consultes al veterinario y te dé sus recomendaciones y cualquier enfermedad haya sido descartada, puedes proceder con un entrenador de perros si es necesario.

  Lo que debes buscar en un entrenador de perros
Tu entrenador de perros puede brindarte apoyo, enseñarte lo que debes hacer y brindarte la solución para acabar con los problemas de comportamiento de tu perro. Pero no todos los entrenadores son iguales. Un entrenador profesional debe:

• usar reforzamiento positivo y no castigos
• tener experiencia y haberse desarrollado como entrenador
• amar a los perros y otros animales


Siempre busca una segunda opinión si es necesario, pide referencias, haz preguntas y sé honesto. La solución muchas veces radica en detectar el problema y buscar ayuda a tiempo.



    Otros ayudantes profesionales o compañías incluyen dog sitters, peluqueros caninos y guarderías de perros, las cuales servirán cuando te vayas de viaje, tengas alguna emergencia o simplemente porque trabajes fuera de casa.


4. Ejercicio









                       
Hay muchas formas de ejercitar a tu perro. Si tienes un perro con mucho empuje, lo puedes llevar , pero las largas caminatas son favorables para casi todos los perros. Muchos perros se benefician de visitar un parque diseñado especialmente para ellos y, si decides hacerlo, lo mejor es llevar a canes adultos con buen comportamiento y esterilizados, para evitar problemas. Otras formas de ejercicio es permitir que tu perro juegue con otro perro, dejarlo nadar junto a ti en el verano o hacer distintas actividades con él dentro y fuera de casa, como jugar al escondite o tira y afloja. Una idea errónea es pensar que no todos los perros necesitan ejercicio, pero lo cierto es simplemente que algunos perros lo necesitan más que otros.

Los parques ayudan a que tu perro lo pase bien con otros perros, haga ejercicio y se socialice libre de su cadena. Por otro lado, hay muchos perros en una proximidad limitada, por lo tanto es fácil que contraiga alguna enfermedad, pueden haber peleas y el parque puede convertirse en caótico.
  Algunas recomendaciones:
• Tu perro debe tener sus vacunas. Llévalo a sus consultas regulares con el veterinario.

• Los machos deben estar esterilizados, ya que serán menos propensos a pelear o a ser atacados por otros perros.

• Las hembras no pueden estar en celo o atraerán a los machos. Esto lleva a consecuencias irrevocables, como una posible gestación inesperada.

• Si tu perro se nota enfermo o actúa de manera inusual, no lo lleves.

• Nada de traer delicias para perros o todos los perros se irán detrás de ti.

• Deja los juguetes en casa o lo perros podrían llegar a pelearse por ellos.

• Nunca hagas correcciones con la cadena de tu perro. Él debe estar sin cadena a menos que sea hora de irse.

  Tus responsabilidades en el parque
No pienses que por llevar a tu perro al parque te puedes relajar. Al contrario, muchas cosas podrían pasar en el parque.

• Supervisa a tu perro en todo momento.

• Recoge sus excrementos.

• Intervén si notas algo extraño en su comportamiento.

El parque debe ayudarte con el entrenamiento de tu perro
El perro está en constante adiestramiento y dependiendo de lo que el dueño haga y cómo lo entrene, puede ser efectivo o no.

• No intentes llamar a tu perro por su nombre. No te hará caso y sólo conseguirás que el nombre se convierta en redundante.

• Si es hora de que se vayan, no uses la llamada. Nunca debes usar la llamada para algo negativo como esto. En vez de eso, ve y recoge a tu perro o pídele a otra persona que lo haga.

• Nunca corras tras tu perro. Tu perro siempre debe perseguirte o el día que tengas una emergencia no lo hará tampoco.

No se admiten peleas
Tienes que estar listo por si hay alguna pelea. Usa un marcador sin premio, como “¡Ah!” con una voz firme y áspera. Sepáralo del otro perro y dale un descanso de un minuto. Cuando esté completamente calmado, usa tu marcador “¡Bien!” y déjalo ir. Si lo vuelve hacer, el descanso puede subir a dos minutos. Si se repite, simplemente agárralo y váyanse del parque. No puede jugar si no se lo gana.

Observa a tu perro. A veces lo que a plena vista aparenta ser comportamiento agresivo para una persona, puede ser simplemente la manera como juega tu perro. Si tienes dudas, sepáralo del otro perro. Usualmente, si el perro más sumiso se acerca de nuevo es porque le gustó el juego.


5. Educación









                       
Todo perro la necesita o no podrá convivir en esta sociedad. La educación incluye socialización, obediencia básica, poner reglas y utilizar reforzamiento positivo. No incluye castigos o utilizar gritos. Ten autoridad, pero con benevolencia y amor.


Socialización
Lo más importante para la educación de tu perro es la socialización, que consiste en familiarizarlo con un sinfín de personas, situaciones, lugares y cosas tan pronto como puedas. La gran mayoría de los problemas de comportamiento se pueden evitar con tan sólo socializar al perro.

La socialización del perro se refiere al proceso de exponer a un can a distintas personas, sitios y cosas para que se familiarice con ellas.

La socialización incluye, pero no se limita, a exponer tu perro a:
• personas de todas las razas, edades y tamaños, incluso niños
• otros perros, gatos y mascotas
• olores y sonidos de todo tipo
• las casas de todos tus amigos
• la ciudad y el campo
• restaurantes, tiendas y parques
• paseos en coche, tren y avión

La socialización debe ser positiva
Los perros asocian una cosa con otra que esté en su entorno. Por lo tanto es importante que cada vez que expongas a tu perro ocurra algo positivo. Utiliza:

• comida o delicias para perros. Por ejemplo, dale trocitos a tu perros mientras le presentas algún amigo, niño u otro perro. Tus amigos le pueden dar trozos también.
• juguetes. Son ideales si llevas a tu perro a un sitio nuevo, o de viaje en coche, tren o avión. Los juguetes rellenos Kong funcionan de maravilla.

Asegúrate de no exponer a tu perro de manera drástica. Todo debe ser gradual. Si ladra, muerde o parece tener miedo o incomodidad, detente de inmediato e inténtalo de nuevo más tarde. No lo presiones.

La repetición es clave
La socialización es un proceso que nunca debe acabar y es sumamente saludable para el perro si se emplea correctamente. Hay que hacerlo en muchas ocasiones y a través de toda su vida. Así que exponlo a todas las personas, lugares y cosas posibles, incluso a extraños en la calle.

La edad más importante para socializar al perro
Un periodo crítico para el perro es antes de cumplir el año, pero la socialización debe empezar tan pronto como nazca. Tu veterinario te puede guiar en cuanto a las vacunas indispensables antes de sacarlo a conocer el mundo. Recuerda que aunque esté en casa, tus amigos pueden visitar y traer a sus hijos.

La socialización de perros adultos
Si adoptas un perro adulto que no haya sido socializado es probable que notes problemas de comportamiento. Aunque toma mucho tiempo y paciencia, sí puedes socializar a un perro que ya es adulto siguiendo este mismo proceso.

Evita problemas de comportamiento
¿Has visto cómo el perro del vecino le ladra a cada coche que está a la vista? ¿O cómo ese otro perro intenta morder a los otros perros que se le acercan? Se debe a falta de socialización o a alguna asociación negativa.
La socialización evita problemas como agresividad, timidez y miedo. Como dueño responsable, una de tus prioridades debe ser socializar a tu perro tan pronto como lo lleves a casa.
 

Adiestramiento positivo

El reforzamiento positivo consiste en ignorar el comportamiento negativo y premiar el positivo. Por ejemplo, si el perro te ladra o salta hacia ti, lo ignoras y sales de la habitación. Premias lo positivo con delicias para perros, juegos y caricias. De esta forma puedes modificar el mal comportamiento de tu perro y aumentan las probabilidades de que suceda el comportamiento que deseas.

Evita reforzar el comportamiento negativo
Cualquier tipo de atención, incluso atención negativa, como gritos y decirle “No” a tu perro es contraproducente cuando un perro se porta mal. Lo mejor es ignorarlo. No lo mires, hables ni lo llames. Ignóralo y si el comportamiento continúa, date la vuelta y déjalo solo. Sin embargo, no abandones al perro por media hora. Regresa después de unos minutos.

Reacciona de inmediato y sé consistente
Adiestrar a un perro de manera positiva consiste en saber utilizar lo que tienes en el momento justo. Si tu perro se porta mal, debes reaccionar con rapidez. Por ejemplo, si ladra y luego se echa al suelo, ya es demasiado tarde para modificar este comportamiento. No esperes que se eche al suelo. Si esperas, tu perro no asociará una cosa con la otra. Lo mismo aplica cuando tu perro se porta bien. Otro punto importante es la consistencia. Si el perro se porta mal no debe haber recompensa y si se porta bien siempre hay una. No importan las circunstancias.


    ¿Qué comportamiento debe premiar el dueño y cuál no?

 Seguramente no puedes pasar todo el día pendiente de tu perro, pero hay comportamiento que debes premiar y otro que no. Debes premiar a tu perro por hacer comandos cuando se lo pidas, por venir cuando lo llames, por tumbarse a tu lado, seguir las reglas de un juego, hacerte caso y cuando un comportamiento erróneo cesa. No debes premiar ladridos, jalones de cadena, exigencias y mordiscos. Los mordiscos minúsculos son normales cuando es un cachorro, pero no los debes permitir o el perro no entenderá que morder a las personas es inaceptable. Si tu perro es agresivo, busca ayuda profesional.

¿Por qué debes educar a tu perro en positivo?
Seguramente ya estás usando reforzamiento positivo para adiestrar a tu perro y no lo has perfeccionado aún en cuanto a consistencia y tiempo para reaccionar. Pero si no has empezado a usarlo aún, no esperes más. Hay muchos motivos por los cuales es recomendable.

1. Es simple. Las reglas son básicas y fáciles de entender.
2. El perro no sufre, no hay castigos ni correcciones con cadena. El castigo máximo para el mal comportamiento es dejarlo solo por unos minutos o detener cualquier recreación que se esté llevando a cabo, como un paseo o juego.
3. Todos en la familia pueden participar: tu hijo, el abuelo, tus amigos e invitados. Haz que todos sean partícipes. Pero recuerda que todos deben basarse en las mismas reglas o el perro no entenderá. Toda interacción entre perro y niños debe ser supervisada.
4. Es sumamente divertido. Con la variación de delicias y otros premios que puedes utilizar, sorprenderás a tu perro. El dueño disfruta y el perro también.


  Comandos básicos y avanzados


No está de más enseñarle unos cuantos trucos al perro para mostrarles a tus familiares y amigos que tienes un perro educado. Pero, además de eso, cuando le enseñas trucos y comandos a tu perro, fortaleces los lazos de amistad que los une. Tu perro aprende y se entusiasma haciéndolo. Los dos se divierten.

Para entrenar a tu perro debes seguir tres pasos:
 1. Decir el comando acompañado por una señal física;
 2. marcar (“¡Bien!”);
 3. recompensar.




Comandos .
El comando le comunica al perro qué hacer. Para algunos comandos puede que tu perro entienda la señal física más que el comando verbal o viceversa o puede que tu perro se los sepa por igual. Aunque no todos los comandos llevan una señal, por lo general se enseña a un perro la señal física y después de que reaccione como se desea unas cinco o seis veces, se añade el comando verbal.
 
Algunas reglas en cuanto a los comandos:
• La señal física tiene que ser clara y siempre debe ser la misma. Si bajas la mano cuando quieres que tu perro se acueste, no la subas la próxima vez que quieras que lo haga.
• El comando verbal debe ser simple, una palabra o dos como mucho: siéntate, al suelo, arriba, toca.
• No repitas el comando. Si le dices al perro “Siéntate” y no se sienta, no lo repitas bajo ninguna circunstancia. Si lo haces se convertirá en redundante y el perro aprenderá a sentarse después de que lo digas dos o tres veces o—peor aún—a ignorarte del todo. Cuenta hasta 10 antes de intentarlo de nuevo.

Marcar.
Una vez digas el comando y el perro reaccione, tienes que dejarle saber que ha hecho lo correcto.
 
Para eso:
• Usa una palabra constante. Yo uso “¡Bien!” pero algunos entrenadores usan “¡Sí!”
• Dilo con alegría. ¿Ves los signos de exclamación en “¡Bien!”? Marca de manera alegre y con un tono por encima de tu voz normal.
• Reacciona en el momento justo. Si le pides al perro que se siente y él se sienta, luego se rasca y dices “¡Bien!”, acabas de marcar que se haya rascado. Debes marcar en el momento que se siente.

         
La recompensa.
Igual que para ti trabajar conlleva una recompensa, tu perro también se merece una cuando hace algo bueno. Hay muchas recompensas. A algunos perros les encantan los juguetes y las caricias. Lo más efectivo es utilizar delicias para perros. Recomiendo:
• Trozos pequeños. Aunque es bueno tomar en cuenta el tamaño del perro, mientras más pequeños sean los trocitos mejor.
• Variación. Cambia de marca y usa trozos de jamón, queso, pollo, pavo, etc. ¡Los perros se vuelven locos cuando los sorprendes!

Tres comandos básicos. Te recomiendo estos comandos para empezar, ya que me han sido muy útiles:
1. Su nombre . El perro siempre debe reconocer su nombre. Llámalo por su nombre. Cuando te mire, dile “¡Bien!” y dale su recompensa.
2. Sit. Pon una delicia cerca de la nariz del perro y sube la mano. El perro intentará seguirla con la mirada y su trasero caerá al piso. Exclama “¡Bien!” y recompénsalo. Después de varios intentos subiendo la mano, añade “Sit” y después hazlo sin la delicia en la mano.
3. Toca . Sólo tienes que embarrarte los dedos índice y del medio con una delicia. Ponlos frente al perro. Él vendrá a tocarlos con el morro. En el momento que los toque dile “¡Bien!” y recompénsalo con la otra mano. Este comando es muy bueno para redirigir al perro cuando esté distraído o husmeando a la gente en el ascensor.

En un principio todo entrenamiento debe estar libre de distracciones. En la tranquilidad de tu hogar es lo idóneo. Durante las primeras semanas siempre debes usar delicias o algún tipo de comida. Después puedes dejar de darle comida gradualmente pero siempre habrá una recompensa, ya sea una caricia, un juego, un paseo y, de vez en cuando, una delicia.

Muy buenos los concejos Brenda muchas gracias

  un interesante y completo post