El hipo en perros Al igual que las personas los perros pueden tener
hipo. Aunque es más común en los cachorros a partir de los 2 meses de edad aproximadamente, también lo pueden sufrir de adultos con frecuencia. Es fundamental que el perro siempre tenga agua en su bol y sobretodo si estará horas fuera de casa que pueda beber agua sin problemas. El
agua ayuda a que el hipo se pase y así lo mantenemos hidratado.
Es posible que hasta tenga hipo frecuentemente. Les suele entrar más cuando han comido rápidamente una ración grande. Para evitar que les entre siempre hipo es recomendable que coman mínimo dos veces al día, así no sufren tanta ansiedad,
no comen tan rápido y evitan tragar tanto aire. El hipo puede ser causados por muchos factores. El más común es que el estómago se llene de aire o líquido, expandiéndose y provocando irritación en el nervio frénico y el diafragma. Es debido a a la
ingesta muy rápida de alimentos o
a una digestión demasiado rápida. Por eso dividir las comidas del perro en dos o tres veces al día ayudarán a evitar el hipo y otros males mayores como la torsión gástrica, que es la acumulación de gases en el estómago que al provocar el giro del intestino, colapsa el riego sanguíneo y puede provocar hasta la muerte.
También puede ser provocado por un
cambio brusco de temperatura, aunque es mucho menos frecuente. En este caso hay que mantener al perro en una temperatura estable para que se le quite.
A parte de beber agua el hipo se puede quitar comiendo pan seco. Aunque la via más rápida es haciendo que el perro beba agua, al igual que los humanos. Si el hipo persiste o se repite con frecuencia en el mismo día, es recomendable llevar al perro al veterinario para que examine si se encuentra bien de salud.Puede que sea necesario realizar una radiografía del estómago.