Hola Ma Angeles aquí en el foro hay muchos artículos sobre el celo, el embarazo y parto que puedes ir leyendo
Te paso este hilo al apartado de
SALUD que es donde debes plantear tus dudas...cada tema debe ponerse en la sección adecuada, si miras el
INDICE te iras dando cuenta por los títulos donde abrir los hilos
Te copio algunos para que te vayas poniendo al tanto:
El celo: fechas convenientes para la monta La perra presenta un
celo al que le sigue un largo período de inactividad sexual. La mayoría de las perras se alzan por primera vez entre los 6
y 9 meses en
razas pequeñas
y entre los 9 meses
y el año en razas más grandes. A pesar de esto algunas pueden alzarse más tarde, siendo normal hasta los dos años. El intervalo que separa los celos varía entre 4 meses
y un año, lo más frecuente es alrededor de seis meses.
El celo de las perras es bastante variable entre una perra y otra:
En el ovario comienzan a desarrollarse folículos que darán origen a los óvulos,
y estos folículos segregan estrógenos. Estas hormonas producen una serie de síntomas que nosotros detectamos como “
celo”. Cuando estos folículos liberan los óvulos (ovulación) en su lugar se desarrolla una estructura llamada cuerpo lúteo que segrega progesterona que es la hormona encargada de mantener la preñez. Los óvulos de la perra se liberan en un estado inmaduro
y deben esperar varios días para poder ser fecundados, la fertilización es posible entre 4
y 6 días después de la ovulación.
El celo de una perra “de libro” presenta las siguientes características:1. Se presenta un sangrado por la vulva
y esta comienza a hincharse. La perra atrae a los machos pero no permite el servicio.
2. Luego de unos 11 días, la vulva que estaba muy hinchada
y dura, sigue muy aumentada de tamaño pero se torna más blanda; la secreción que era bien sanguinolenta, se torna más clara, como el agua que queda después de descongelar carne; la conducta de la perra cambia del rechazo a la aceptación del macho.
3. En algunos días más, la vulva se deshincha, la perra deja de perder
y de aceptar al macho
y el
celo termina.
¿Cuándo sirvo mi perra?Es una de las consultas más frecuentes. El
celo que acabo de describir, ha dado origen a lo que llamamos “mitos” , es decir lo que dicen los criadores experimentados acerca de cuando servir las perras.
1) El día 11.
2) Cuando se le retira la pérdida
3) Cuando la pérdida se aclara
4) Cuando la perra acepta al macho
Como todo mito, estos tienen un fundamento: son ciertos en un 60 % de las perras. ¿Cuales son los extremos? v
Hay perras que no pierden sangre en ningún momento del
celo: se llaman celos silenciosos. Los machos siempre los detectan
y siempre hay algún edema de la vulva, pero frecuentemente los propietarios creen que sus perras no presentan celos.
Otras perras pierden en forma abundante sangre roja durante todo el
celo, mientras que otras disminuyen en tal forma la secreción en el momento en que se produce la ovulación
y parece que la pérdida se les fue.
Hay perras que no aceptan el macho en ningún momento del
celo y otras que lo aceptan durante más de 20 días.
El momento fértil varía entre el día 3
y el día 30 del comienzo del sangrado. Estos son extremos, pero son frecuentes las perras que deben servirse el día 20 o el día 9.
¿Como saber cuando servir a su perra? Puede ser que su perra sea de libro
y puede guiarse por los mitos, pero si no lo hace, hay determinaciones que pueden realizar los veterinarios tales como citología vaginal
y sobre todo dosaje de progesterona en sangre, que le pueden indicar con precisión cuando debe realizar el servicio.
Menstruación -
CELO -
EMBARAZO Se dice que las perras tienen el
celo cada 6 meses.
No es del todo cierto, ya que en muchas ocasiones la frecuencia dependerá de la raza (por ejemplo los Pastores Alemanes lo tienen efectivamente cada 180 días, pero los caniches lo tienen cada 250).
Muchas veces confundís el
celo de vuestras perras con la menstruación, pero no tienen nada que ver desde el punto de vista hormonal.
Quiero decir que las perras no tienen la regla o periodo como las mujeres. Además es importante que sepáis que normalmente la fase en que la perra sangra de forma abundante no es la del
celo propiamente dicho, sino lo que conocemos como
proestro que dura por término medio 9 días, con un intervalo de 3 a 17 días, que es el periodo que
antecede al celo. En ése momento, el del
celo propiamente dicho, la perra prácticamente no eliminará sangre por la vagina, sino que a lo sumo veréis unas gotitas de color rosáceo o pajizo.
El periodo en que la perra es receptiva, conocido técnicamente como
estro, dura entre por término medio 9 días con un intervalo de 3 a 21 días. Lo recomendable por tanto es que presentéis a la perra al macho con el que queréis que se cruce a los 8 o 9 días de que haya empezado a sangrar
y en los días posteriores. El perro intentará montarla, pero ella sólo será receptiva o lo aceptará cuando su organismo esté preparado para ello.
Para lograr un acoplamiento exitoso, es conveniente que la hembra sea conducida al lugar donde se encuentra el macho. Lo ideal será un ambiente tranquilo en que
el macho atraído por las feromonas producidas por la vagina y por las glándulas anales de la hembra procederá a la cópula. Debo deciros que la monta natural es lo más normal, pero, a veces, la inexperiencia de ambos o incluso el tamaño del perro o de la perra pueden ser un impedimento para que la cópula se realice con normalidad especialmente en razas pequeñas.
En casos extremos
y cuando la monta natural no sea posible, tendremos que optar por la inseminación artificial. Ésta consiste en la obtención de semen del macho mediante masturbación manual
y su posterior introducción en cuello uterino de la perra mediante una sonda.
El tiempo que un macho
y una hembra pueden emplear en el apareamiento es de 15-20 minutos.
A los 16 días de la monta, el útero mostrará abultamientos esféricos en los sitios de implantación
y a los 20 días se inicia la implantación de los embriones. Un veterinario con experiencia podrá hacer un diagnóstico de gestación por palpación a los 25 días. El periodo de gestación promedio es 63 días, variando entre 56 a 72 si se calcula desde el momento de la primera monta.
Podemos decir que a partir de las 5 semanas de gestación es cuando se produce el verdadero desarrollo de los fetos,
y a los 50 días tendrán prácticamente el tamaño que presentarán cuando nazcan. Lo recomendable es la realización de una ecografía a los 30
y a los 50 días de gestación con objeto de determinar el buen estado de los futuros cachorros, su posicionamiento
y su número. Si no es posible la realización de una ecografía, podrá ser sustituida por una radiografía, que no producirá ningún problema en los fetos.
El uso de medicamentos durante la gestación en caso de ser necesario, deberá hacerse con suma precaución
y siempre bajo control veterinario, ya que pueden provocar alteraciones fetales (efectos teratológicos).
Lo que si está indicado es la desparasitación de las hembras el día 45 de la gestación para evitar en lo posible la transmisión a los fetos por vía placentaria de algunos parásitos que podrán dar serios problemas en el aparato digestivo de los cachorros. Esta desparasitación deberá ser repetida en la madre, diez días después del parto.
También es recomendable cambiar la alimentación de la madre a partir del día 30 de gestación. El alimento más adecuado será un pienso de los formulados para cachorros en crecimiento según su raza o tamaño. Esta alimentación especial deberá ser mantenida hasta el momento del destete.
Cuando queden unos pocos días para el parto o a veces tan solo 12-14 horas, la perra se mostrará inquieta, hiperactiva, escarbara en determinados lugares de la casa
y buscará el lugar que a ella le parezca el más adecuado para parir.
Este lugar no siempre estará en consonancia con el que a vosotros os parezca el más adecuado, así que, si no queremos sorpresas desagradables, será el momento de ponernos a la tarea de enseñarla el sitio que vosotros habéis elegido. Lo idóneo es un lugar tranquilo
y lo más alejado posible de los de máximo ajetreo del hogar.
Durante las horas previas al parto veréis que la perra acude con mucha frecuencia al lugar ideado para el parto
y se mostrará agresiva con los extraños. El lecho para el parto, deberá ser de un material duro para que la perra se de cuenta si está aplastando a algún cachorro
y lo suficientemente alto por los lados para evitar que algún cachorro se desplace demasiado. Ni que decir tiene que tendrá que tener un tamaño acorde con las dimensiones de la perra.
Un punto que me parece de la máxima importancia
y que muchas veces se olvida, es que en el parto tan solo deben estar presentas las personas más allegadas a la futura madre. Se han dado casos de canibalismo cuando la perra entiende que su camada está amenazada o de traslados de cachorros a lugares que ella considera más seguros. El descenso de la temperatura rectal 8 a 24 horas antes del parto es un parámetro que debe ser tenido en cuenta. En las razas enanas puede descender hasta los 35 º C, en las medianas hasta 36º C
y en las gigantes hasta 37 º C.
Los cachorros
y placentas son expulsados con las contracciones uterinas
y la ayuda de las contracciones abdominales. Una vez nacido el cachorro, la madre procederá a su higiene rompiendo las envolturas fetales por medio del lamido, cortará con sus dientes el cordón umbilical
y removerá los líquidos
y envolturas que pudieran estar obstruyendo las vías respiratorias externas. En el caso de cachorros débiles o muertos, luego de intentar su reanimación
y no lograrlo, la madre los separará del resto, los esconde, los entierra, o en muy raras ocasiones los ingiere.
Los intervalos de 10 minutos a 2-3 horas entre cada nacimiento se consideran normales, con un lapso medio de 30-45 minutos. Tiempo tendremos en otro momento de explicar de forma más exhaustiva los diferentes periodos del parto
y el control que deberéis realizar sobre ellos.
Dado que durante el periodo de gestación de la perra se harán indispensables un par de visitas a vuestra clínica habitual, deberéis aprovechar la más próxima al parto para que os expliquen todas aquellas eventuales circunstancias que podrán dar lugar a un parto difícil en que será indispensable acudir con urgencia a un veterinario.
Estos conceptos pertenecen a José Enrique Zaldívar Laguía
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Recomendaciones para un embarazo sin problemas Comparto información que puede ser de utilidad cuando nuestra mascota esta embarazada:
Desparasitar Una perra embarazada puede transmitir sus parásitos internos a los embriones. Por este motivo, se debe proteger a la perra de una infección de gusanos intestinales y, cuando no se llega a tiempo y la hembra se ha contagiado, proteger a los embriones y a los cachorros recién nacidos. Tenias y lombrices son dos peligrosos parásitos intestinales frecuentes en el can, por lo que es imprescindible conocer cómo infectan a la hembra y a los cachorros para impedirlo. Las lombrices y tenias son dos tipos de parásitos intestinales frecuentes en los perros. Mientras que las lombrices son gusanos redondos, con la forma de un cordón, la tenia es un tipo de gusano plano más parecido a una cinta. Ambos tienen efectos nocivos similares en el cuerpo que infectan: pérdida de peso, diarreas, vómitos y una merma de salud generalizada. La llegada de estos nocivos huéspedes al cuerpo de la perra gestante tiene varias vías. Los parásitos intestinales infectan a nuestra amiga cuando entra en contacto con las heces de animales contagiados. Los alimentos crudos portadores de parásitos son otro foco de contaminación para la perra. Pero los gusanos también se transmiten durante la gestación y la lactancia de los cachorros neonatos. Esto explica la importancia de prevenir la infección y, cuando ya es tarde, de controlar los gusanos internos para, en la medida de lo posible, evitar el daño a los vulnerables cachorros que se desarrollan en el vientre materno. Los gusanos intestinales que superen la placenta alcanzarán el incipiente aparato digestivo de los fetos, lo que causa diarreas y pérdida de nutrientes esenciales a los cachorros al nacer. Además, los gusanos están presentes en las heces de la madre, una circunstancia que facilita el contagio por contacto a los cachorros recién nacidos, si no hay una adecuada precaución.
Vacunación El veterinario te habra previsto de un plan vacunatorio que deberá estar al día antes de pensar en criar. Las vacunas pueden venir con distinta presentación de acuerdo a la marca comercial denominándose “doble”, “triple”, “quíntuple”, etc., las cuales se deben combinar adecuadamente para cumplir con el plan.
Gestación
Durante el primer mes de embarazo apenas si aparecen síntomas que certifiquen su estado, por lo que para asegurarse de que recibe la alimentación adecuada para el desarrollo de los fetos se le proporcionará un pienso para cachorros desde un tiempo después de ser cubierta por el macho; en caso de no haberlo hecho en un primer momento, el cambio de dieta se debe efectuar en cuanto se tenga certeza de su peñez. Este punto es muy importante, sobre todo en la segunda mitad de la gestación, puesto que este es el momento de mayor desarrollo fetal.
La mejor manera de asegurarse que la perra está preñada es realizando una ecografía alrededor de los 25-30 días después de la última monta. Con la ecografía no sólo se determina el estado de gravidez de la perra sino que se contrasta el estado general de los embriones y su ritmo cardíaco; asimismo, permite un análisis del aparato reproductor de la madre. También es habitual realizar una radiografía alrededor de las seis semanas; en contra de lo que pueda parecer esto no influye negativamente en el desarrollo de los fetos. La radiografía suele ser un buen método para determinar con exactitud el número total de cachorros.
La paridera Acostumbra a tu perra a usar la paridera con anticipación, para que al momento del parto use ese lugar en particular y no un sillón o tu propia cama para tener a su camada. Puedes usar una caja amplia cubierta con papel y alguna manta vieja para que allí pueda acomodarse y escarbar a su gusto, para acomodarse.
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