Con la llegada del frío es importante tener en cuenta que las mascotas necesitan una serie de cuidados especiales y diferentes a los del resto del año. La permanencia prolongada en lugares muy fríos puede romper los mecanismos de regulación térmica corporal de perros, gatos, pero sobre todo de animales procedentes de climas templados o tropicales como las aves exóticas.
Estas atenciones deben aumentar en los cachorros y en canes ancianos o enfermos, porque son mucho más sensibles que el resto de los de su especie, debido a la debilitación de sus defensas.
Las mascotas que viven en el interior de un hogar salen menos a la calle, por lo que hacen menos ejercicio. Estos animales suelen necesitar más energía en forma de calorías, que como no se disipan por la falta de movimiento, suelen acumularse produciendo muchas más grasa corporal
Aunque nuestra mascota necesite un aporte calórico mayor para regular su calor corporal, no es necesario darle más cantidad de alimento. Debemos estar controlando en todo momento su estado anímico y de salud. Si antes de que llegara el invierno el animal ya sufría obesidad, es preciso aportarle una dieta más equilibrada, porque ya dispone en su organismo de suficientes calorías acumuladas.
Hay que extremar las precauciones con los animales más sensibles, tales como los cachorros, ancianos o enfermos, porque son más propensos a sufrir desnutrición, hipotermia o, incluso, congelación.
Dependiendo de la raza de nuestro can será necesario prestarle unas atenciones diferentes. Las de pequeño tamaño, de pelo corto y las que no tienen mucha protección de grasa en su piel tienden a pasar más frío con la llegada del invierno, tales como el chihuahua o el pug.
Pero los que disfrutan de un pelo abundante y largo, como el Pastor Alemán o los nórdicos, aunque estén más protegidos de cara al invierno, tienden a expulsar gran cantidad de manto externo. En la mayoría de los casos se les forman nudos y se les reseca la piel, teniéndoles que cepillar más a menudo y bañarles con champús y cremas que aumenten la hidratación de las zonas afectadas.
Muchos animales pasan la noche fuera de casa. Es preciso que si nuestro perro duerme en el exterior, tenga unhabitáculo especialmente acondicionado. Coloca algunas mantas que ya no uses y si es posible, abrígalo con una ropa. Verifica que su casita esté hecha de madera o goma para aportar más calor a la estancia y así evitar la humedad.
Todas las dolencias del aparato locomotor empeoran con el frío, como la artritis o la artrosis. En estos casos, el dolor se intensifica y dificulta su movilidad, lo que provoca anquilosamiento y obesidad que, a su vez, empeoran los problemas artríticos. En este tipo de situaciones, es necesario que la mascota siga haciendo ejercicio, y si hace frío, llueve o nieva, es preciso ayudarla abrigándole con ropa adecuada como anoraks, jerseys, chubasqueros e impermeables.
Hay que asegurarse de que nuestra mascota está resfriada, porque es muy habitual confundir el resfriado con la neumonía, siendo esta última mucho más peligrosa. Cualquier animal con una afección en las vías respiratorias superiores puede contraer bronconeumonía de forma súbita y pasar a una situación muy grave.
Cuida a tu mascota en estas épocas de frío que se avecinan.