Irremediablemente, todos envejecemos, incluidos nuestros peludines. Ver como nuestro perro comienza a desorientarse, a no reconocer a familiares y amigos, y a hacerse más sedentario cada día es doloroso, porque es igual que ver envejecer a una persona querida.
A medida que nuestros amigos crecen irán manifestando diferentes tipos de síntomas relacionados con el envejecimiento cerebral canino. Se trata de un proceso natural que puede iniciarse a partir de los siete u ocho años de vida o en perros de mayor edad, dependiendo del caso.
Con el paso de los años el tejido cerebral de los perros se va volviendo mucho más frágil, tal como ocurre con los seres humanos o con cualquier otro tipo de animal. Progresivamente se irá generando un daño neuronal y una disminución del tejido cerebral. Esta enfermedad también es conocida como "alzheimer canino", y será importante estar atentos ante cualquier tipo de síntoma o manifestación. Ya que si se detectan a tiempo, se pueden retardar.
Una gran variedad de señales nos indican que nuestro perro ya no es el mismo que venía corriendo
cuando llegábamos a casa. Los cambios que más pronto se detectan son la falta de energía y felicidad en su estado de ánimo, así como dormir más tiempo de lo normal. También es frecuente que con la edad, comience el deterioro y la pérdida de algunos de los sentidos, como el oído, ya que las células nerviosas comienzan a degenerarse, que se traduce en disminución de la audición; de la vista, el cristalino se opaca con la edad, por eso notamos cómo la mirada de nuestro perro literalmente ha
perdido brillo; hay esclerosis lenticular, una pérdida gradual de la visión, y puede haber aparición de cataratas.
Otros síntomas que podemos apreciar son:
► Disminución de la capacidad de alerta
► Poca o ninguna demanda de caricias ni atenciones
► Dejar de saludar a la familia de forma animada y cariñosa
► Dormir más horas durante el día que durante la noche
► Caminar por la casa por la noche
► Hacer sus necesidades en casa perdiendo los hábitos de higiene adquiridos
► Caminar sin rumbo y perdido en lugares conocidos y familiares
Es muy importante que los dueños estén atentos a estos comportamientos y acudir al veterinario para que éste pueda hacerle un reconocimiento cerebral a nuestro perro.
El envejecimiento cerebral canino ocurre debido al daño oxidativo producido por los radicales libres tóxicos. Para combatirlo en cierto punto y ayudar a mejorar la capacidad cognitiva, se pueden obtener ciertos alimentos que contienen una combinación de antioxidantes y aportan los nutrientes necesarios a la dieta de nuestros amigos.
Igualmente hay ejercicios y actividades para retrasar el máximo la perdida de la capacidad de orientación, la agilidad de nuestro perro y alargar al máximo su vida con buena calidad.